lunes, 1 de octubre de 2012

La venta de la Bandera; y Gastón Duzac, el argentino "suertudo".




Seguramente, no pocos ecuatorianos desconocen el escándalo de la venta de la bandera. ¿De qué trata ese capítulo bochornoso de la historia ecuatoriana? Resulta que a finales del siglo XIX, por ahí por noviembre de 1894; los patriotas curuchupas de la época cometieron un infame negociado que agredió brutalmente la condición de país soberano del Ecuador  y avergonzó a la sociedad ecuatoriana, específicamente al contingente social honorable que conocía lo que es la vergüenza.

Mientras el Ecuador era tiranizado por el opulento clero católico y la mafia oligárquica conservadora a través del Gobierno curuchupa de Luis Cordero Crespo, en otro lugar del mundo Japón se hallaba en guerra con China. Los japoneses estaban interesados en comprar un navío de guerra chileno, pero, Chile tenía un compromiso con China que le obligaba a guardar neutralidad en aquel conflicto y por lo mismo le impedía vender cualquier tipo de pertrecho o material bélico al Japón. Pero, es ahí donde aparecen los voraces mercaderes ecuatorianos; con el visto bueno de Cordero y encabezados por, el obviamente conservador, José María Plácido Caamaño, ex presidente del Ecuador, con un historial vergonzoso en el ejercicio de dicho cargo, y  a las fechas del negociado, Gobernador de Guayaquil, aquellos pícaros,  aprovechándose de la impunidad que les ofrecía un gobierno conservador corrupto y apelando a su insaciable concupiscencia ofrecieron comedidamente su intermediación a los gobiernos de Chile y Japón, en complicidad con la banca internacional, en el caso expreso la estadounidense J.P. Morgan, que fue la prestamista que alquiló los dineros para la especulación afrentosa; es decir, el Gobierno conservador del Ecuador compraba a Chile,  un barco de guerra, el crucero “Esmeralda”, en la suma de 220.000,00 libras esterlinas, y luego ávidamente lo revendía al Japón en 300.000,00 libras esterlinas; es decir, por alquilar la bandera ecuatoriana, que, infamemente irrespetada, ondeaba abochornada en el “Esmeralda”, los codiciosos curuchupas se embolsaron la suma aproximada de 80.000.00 libras, parte de las cuales iría a parar a la usurera banca internacional, la onerosa socia de siempre de las oligarquías conservadoras. Una cifra bastante elevada, incluso para el siglo XXI, no se diga en esos tiempos cuando el oscurantismo conservador con rasgos bestiales de feudalismo imponía su orden inmoral, sanguinario y brutal.
El acto nefando terminó descubriéndose y generó, de acuerdo con escritores no conservadores de la época, varias protestas y rebeliones que serían salvajemente reprimidas por el Gobierno de Cordero con resultados sangrientos. Pero, estas acciones ruines terminaron por costarle el cargo, debiendo los principales beneficiarios del bochornoso negociado huir apuradamente del País, siempre encabezados por el curuchupa Caamaño.

Intentado torpemente lavarse las manos, los principales de la tiranía de Cordero, culparon al embajador y empleados de la embajada de Ecuador en Chile, pretendiendo cargar las responsabilidades a funcionario de segundo nivel, y todo a pesar de las evidencias incuestionables que los culpaban directamente de semejante acto oprobioso. Aquella misma estratagema cobarde e infame sería usada años después, no pocas veces, por los subsiguientes tiranuelos y politicastros, para encubrir sus robos, desfalcos y vilezas.

Está más que demostrado que la  corrupción no conoce de límites en el tiempo, más todavía cuando es sembrada permanentemente para ser cosechada por las nuevas generaciones de politicastros y oligarcas. Brinquemos entonces en el tiempo y dejemos atrás el año 1894 cuando tiranizaba Cordero para volver al 2012, épocas del ambiguo socialismo del siglo 21. A la fecha, Gastón Heriberto Duzac, un argentino arribista que aparentemente frecuentaba los círculos de poder del Gobierno de la Involución Ciudadana se ha vuelto, gracias al escandaloso préstamo de $800.000.00 recibido del banco COFIEC, en la incómoda, piedra en el zapato del Régimen de Rafael Correa. Cabe mencionar que COFIEC es un banco que está en manos de la Unidad de Derecho Público dirigido por Pedro Delgado, ente público que reemplazó tácitamente a la tristemente célebre AGD – Agencia de garantía de depósitos – Señalemos también que Delgado es primo de Rafael Correa. Ahora bien, de acuerdo con las pruebas presentadas por quienes destaparon este escandaloso negociado, la cronología de hechos se habría dado de la siguiente manera: El argentino Duzac presenta la solicitud de crédito el viernes 2 de diciembre del 2011; dicha solicitud es aprobada por el departamento de crédito de COFIEC en un tiempo de 5 días, incluidos sábado y domingo. Siguiendo la línea de control interno, el préstamo sube al Directorio, que lo aprueba el 19 de diciembre del 2011, entregándosele de inmediato el dinero al argentino suertudo. Pero, ¿dónde está el relajo? Bueno, uno, de los problemas, pasa porque el gaucho agarró los $800.000.00, se mandó mudar, despreciando las obligaciones que debía cancelar, y ahora los burócratas de COFIEC no saben cómo recuperar aquellos dineros públicos. Y no saben cómo recuperar los dineros porque sospechosamente las garantías que Duzac usó para avalar el préstamo son propiedad del propio Estado ecuatoriano, fruto de la incautación que el Gobierno de Correa realizó hace años a las propiedades de la banca estafadora y prófuga. ¿Te imaginas a un ecuatoriano yendo a la Argentina a solicitar un préstamo en un Banco manejado por la burocracia pública argentina, presentando garantías de empresas del propio Estado argentino, y consiguiéndolo? Difícil, ¿verdad? Tal vez sea imposible en la Argentina pero en el Ecuador del socialismo bolivariano, ese, hecho indescriptiblemente corrupto, se dio sin mayores apremios.  Un cristiano extremadamente comprensivo y demasiado crédulo podría argüir que el sistema de control interno de COFIEC no es de los mejores. Pero, no necesariamente es así,  los indicios apuntan a que posiblemente hubo una conspiración para cometer los interesadamente llamados “errores” de los “ingenuos” burócratas y directivos, “errores” sin los cuales la estafa-préstamo de Duzac simplemente habría sido imposible de cometer. Cuándo tú vas a un banco público o privado a solicitar un préstamo la burocracia bancaria hace gala de un extremado celo, cuidando que incluso los puntos y las comas estén en el lugar correcto, y ni que hablar de las garantías, sumamente redundantes en comparación con el monto del préstamo. Pues bien aquel celo no se dio con el afortunado Duzac, pues resulta que su solicitud muestra una serie de generalidades ambiguas, estratagemas  propias de aquellos  tramposos consuetudinarios; a la escandalosa aceptación de garantías de las empresas incautadas por el Estado ecuatoriano; hay que sumarle el uso contrario que Duzac habría dado al dinero prestado, así, mientras el arribista argentino promete que el dinero será usado para financiar gastos de oficina y un proyecto de software informático aparentemente vinculado con el proyecto de “billetera móvil” auspiciado por el Banco Central del Ecuador; en la práctica, Duzac, una vez apropiado del dinero transfiere el crédito a los Estados Unidos y utilizando los servicios de, curiosamente, la banca “J.P. Morgan”, la misma que participó en el ignominioso escándalo de la “venta de la bandera”, compra acciones de la empresa argentina “Scanbuy”, una de las invitadas a participar en la licitación que el Banco Central del Ecuador desarrollará para entregar el multimillonario contrato de la “billetera móvil”. (Dicho movimiento estaría demostrado con la solicitud El 20 de diciembre de 2011 ordena trasferencia a new york dos envíos 380.000 compra acciones .P. Morgan).
Al igual que los patrióticos especuladores de la soberanía ecuatoriana, que al ser descubiertos marcharon rápidamente al destierro voluntario, etiquetándose posiblemente con la mácula de “perseguidos políticos”, así también el adusto patriota argentino Gastón Duzac, no bien hubo clavado sus limadas garras en el dinero de los ecuatorianos estafados por la banca prófuga, abandonó apresuradamente el País, consciente que oportunidades como ésas no siempre se presentan.

La buena reputación internacional que Ecuador consiguió al ofrecerle asilo humanitario al neozelandés Julian Assange, ¡se fue al carajo!, después de la afrentosa estafa perpetrada por el suertudo Gastón Duzac; pues, la imagen que ofrece el Ecuador es la de un País tercermundista, una “Banana Republic  del siglo 21”, un paraíso donde cualquier miserable estafador internacional puede venir, lavar el coco a un montón de oficinistas inescrupulosos y volverse millonario de buenas a primeras; un lugar donde todo tiene un precio, solo es cuestión de sentarse a conversar, con funcionarios estatales y burócratas públicos ineptos y corruptos, que siempre se “equivocan” a favor de delincuentes y criminales ecuménicos. Con razón hay patriotas que defienden los intereses corporativos internacionales de la monopólica explotación minera a cielo abierto.
  
No sé por qué pero tengo la impresión que las condiciones deshonrosas de los políticos y burócratas públicos que en 1894 perpetraron uno de los negociados más vergonzosos que ha sufrido el Ecuador se conservan intactas en sus similares del 2012, sobre todo en aquellos vinculados directa e indirectamente en el tramposo crédito de $800.000.00 al Gastón, el argentino "suertudo". 


3 comentarios:

  1. que significa la vent
    a de la bandera ecuatoriana

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  2. Desgraciadamente vivimos en un gobierno fascista, dictatorial y egocentrista, que no va hacer caso a la opinión que tengamos sobre esta paralelismo en la corrupción de la política ecuatoriana, pues este gobierno se destaca por tapar todos los escándalos de sus coidiarios.

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  3. ME AYUDAS CON EL VIDEO SISI NO SE PUEDE VER

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