jueves, 29 de noviembre de 2012

Elecciones Ecuador. Febrero 2013. Escenarios hipotéticos.



Finalmente los ecuatorianos conocemos la lista completa de los candidatos a la Presidencia de la República; patriotas dizque desinteresados, herederos del Moisés bíblico, dispuestos a sacrificar sus oblongos intereses personales, por el bien de la Patria, o eso es lo que generalmente dicen, claro siempre durante la  campaña electoral, porque, ya en el poder, se vira la tortilla; ¿cierto?

Pues sí, el Consejo Nacional Electoral aprobó el rol definitivo. ¿Quiénes son?; por cuestiones de tiempo e importancia nombraré únicamente a los presidenciables, así: Rafael Correa Delgado por “Alianza País”, Álvaro Noboa Pontón por el “Prian.”,  Guillermo Lasso por “Creo.”, Lucio Gutiérrez por “Sociedad Patriótica”, Nelson Zavala por el “Pre”., Norman Wright por “Ruptura de los 25”,  Mauricio Rodas por “Suma”, y Alberto Acosta por la alianza “Movimiento Popular Democrático-Pachakutic”. Sin duda 8 personajes que reúnen si no todas, ¡sí!, las principales características de la connatural idiosincrasia ecuatoriana.

En un video anterior, respecto de este mismo tema, señalaba que no me importaba, quién ganase el premio mayor de la “Lotería electoral ecuatoriana”, entre otras razones por las particularidades bochornosas que engloban el escenario monopólico, ambiguo, amoral y descarado en el que se desarrolla el sainete desvergonzado, y porque los actores políticos y las tendencias siguen siendo exactamente las mismas, es decir, el pasado político ignominioso se ha estancado en un presente idénticamente odioso; he ahí el conservadurismo tradicional, y el típico socialismo, siempre acompañados de una dosis de nacionalismo y populismo. Nada fuera del tópico politiquero. De ahí que, haya decidido que, continuaré recurriendo a la opción digna, justiciera y liberadora que ofrece el Voto Nulo. Sin embargo, en virtud del derecho que tengo a decir lo que pienso sobre el proceso electoral que se viene, he decidido desarrollar un análisis general respecto de los potenciales vencedores de esa ignominiosa lid electoral.

A ver; todos sabemos que el candidato con mayores posibilidades es Rafael Correa. Ya en otro video señalé cuales eran los motivos de aquella popularidad, de manera que no nos detengamos a considerar tal tema; simplemente está claro  que Correa hasta principios de diciembre del 2012 lidera las encuestas. En segundo lugar estaría el banquero Guillermo Lasso. En seguida, tercero, aparecería Lucio Gutiérrez. Peleándose cuarto lugar estarían Álvaro Noboa y Alberto Acosta; sexto, Nelson Zavala; y finalmente, Mauricio Rodas y Norman Wright disputándose el sétimo puesto.

Ahora bien, dejemos de lado las encuestas tramposas y falsas, promocionadas interesadamente por unos y otros candidatos; es manifiesto que, si les preguntamos a los encuestadores de Correa, dirán que éste, tiene preferencias del 70 y 80 %; en tanto que cualquiera de los otros candidatos se jactará de que sus informes pagados lo colocan en un virtual empate técnico con el caudillo de Alianza País. Falacias todas sin duda. Partamos más bien de datos hipotéticos basados en las percepciones que resultan de palpar las intenciones, afectos, y animadversiones que los diferentes candidatos generan en el electorado; eso se consigue básicamente, escuchando la voz de la calle.

En tal virtud, divaguemos y planteemos posibilidades; así, supongamos que, Correa tiene una intención de voto de un 30 y 35 %; Lasso, un 15 a 20 %, lo mismo, Lucio Gutiérrez; Noboa con un 10% al igual que Acosta; Zavala del “Pre.”, con un 3 o 4%; en tanto Rodas y Wright, como es obvio, sin mayores posibilidades, compartiendo un 1%. Los votos blancos 4%, dada la condición de los mismos prorrateémoslos  a los candidatos con mayores opciones. Y finalmente el honroso Voto Nulo que generalmente en el Ecuador abarca un 5 o 7%; al que haremos abstracción, porque quienes adoptan esta opción para rechazar la corrupción del sistema generalmente se ratifican en la misma cualquiera sea la encrucijada electoral planteada; por lo mismo concentrémonos en los oficialmente llamados “votos válidos”. Analicemos las posibilidades sobre este hipotético escenario.
     
Como es bien sabido y si no lo sabían entérense, Rafael Correa ha venido haciendo campaña desde que inició el Gobierno de Alianza País, 6 años atrás. Obviamente su proselitismo se va a incrementar más todavía durante el período de campaña; pero, el problema para Correa radica en que estaría por alcanzar su tope máximo. No hay que olvidar que Correa ha sufrido muchas deserciones y repudios de grupos políticos y movimientos sociales que fueron sus aliados y fortines claves para su triunfo, 6 años atrás. Además está el desgaste político consecuencia de la bravuconería constante de Correa, del fascismo burocrático de su gobierno, y los actos de corrupción de muchos funcionarios gubernamentales que por cierto, han intentado ser maquillados por la prensa afín a Correa y encubiertos por los asambleístas gobiernistas, aspectos ofensivos que no han pasado desapercibidos. Todos estos aspectos negativos han hecho que muchas personas que apoyaban a Correa, ahora, le den la espalda o rechacen al líder del fascismo bolivariano.

Rafael Correa, para ganar en las elecciones de febrero del 2013, necesita conseguir  la mayoría absoluta, es decir el 51 % de los votos; o, alcanzar el 40% del total de votos y superar con 10 puntos al candidato que quede en segundo lugar. Cosa muy difícil, la primera opción, es decir, que Correa llegue siquiera al 50%; porque como ya mencioné, el desgaste sufrido es muy notorio. Aunque tampoco imposible, en cualquier caso le va resultar muy dificultoso. De manera que la posibilidad de una segunda vuelta parece inminente, salvo que se presente algún sospechoso contingente ambiguo.

Ahora bien, el peor escenario que se le puede presentar a la candidatura de Correa es una segunda vuelta electoral. Si Correa no gana en primera vuelta, le será muy complicado conseguir una victoria en la segunda vuelta. Como ya mencioné Correa ha estado en permanente campaña electoral, y, a pesar de ese proselitismo, ha perdido seguidores. Lo cual significa que aunque Correa intensifique su campaña durante Enero,  no logrará niveles de aceptación contundentes. Un indicio que demostraría el temor, recelo o dudas de la candidatura de Correa radica en los videos desarrollados por la Secretaria Nacional de Comunicación y transmitidos por televisión nacional en los que se recuerda el pasado vergonzoso de dos de sus principales rivales; campaña que está prohibida por ley. Pero continuemos. La mayoría de quienes ya no votarán por Correa, posiblemente lo harán ora por Lasso, ora por Gutiérrez, ora por Acosta, ora por otro candidato. Hay que considerar que los rivales de Correa, no han estado haciendo proselitismo directo, por lo mismo, dependiendo de la efectividad de sus campañas, podrían subir 10, 15 puntos o más, ora individualmente, ora en conjunto; con lo cual forzarían una segunda vuelta. Los 15 puntos que los candidatos rivales de Correa necesitan acumular para lograr una segunda vuelta son la misma cantidad de puntos que Correa necesita ansiosamente, pues de conseguirlos, la reelección estaría garantizada.

Como mencioné si Rafael Correa no gana en la primera vuelta; estaría despidiéndose de la presidencia, y más le valdría ir haciendo la reservación del boleto para Bélgica, porque la segunda vuelta se le presentaría color de hormiga. Analicemos. Si Correa no gana en primera vuelta significa que no logró alcanzar el 51 %, o que superando el 40%, no logró la ventaja de más 10 puntos porcentuales, e incluso que ni siquiera alcanzó el 40%. Volvamos a los supuestos planteados, Lasso 20 o 25%, Gutiérrez 15 0 20%, Noboa 10 o 12 %, los tres, candidatos del bando conservador; Acosta o Pachakutic, 10 a 12 %; y el Pre., sin Abdalá Bucaram el 2 o 4%. Abstengámonos de dar nombres, y digamos que el candidato del conservadurismo tradicionalista que llegue a segunda vuelta, será apoyado por los otros candidatos conservadores; tan evidente es este hecho, como que, el electorado de Lasso, Gutiérrez o Noboa no votará, ni votaría por Correa. Entonces sumemos: 22% L+ 15% G+ 10%N= 47% a favor de la tendencia conservadora tradicionalista. Además está el Pre., con su 2 o 4% que posiblemente apoyaría al candidato rival de  Correa, aunque tratándose del Pre., nada está dicho. Entonces tenemos al conservadurismo con un 47% mínimo. Si añades a ese panorama, a Pachakutic, con 10 o 15%, entonces tenemos a un Correa que se quedaría con un  37 o 39 %. Es decir, Pachakutic, que tiene como candidato a Alberto Acosta, de darse una segunda vuelta, podría definir la suerte del futuro presidente ecuatoriano.

Pero, ¿a quién apoyaría Pachakutic? La animadversión que los principales cuadros de Pachakutic sienten por Correa es evidente, pero tampoco se sienten identificados con Lasso, Gutiérrez, o Noboa. Resulta incierto predecir, cuál sería la decisión de Pachakutic, claro, siempre considerando el hipotético escenario. Sin embargo, las persecuciones de que han sido víctimas muchos de los líderes de ese movimiento político durante el gobierno de Correa podrían terminar siendo decisivas. Además, las continuas peleas verbales de Correa con algunos de los líderes indígenas podrían influir en las decisiones finales de aquel grupo. La costumbre de Correa de pelearse con todos y por todo, podría terminar costándole la reelección presidencial.

A ver; Pachakutic, podría apoyar a Correa, pero, también podría votar por el candidato conservador. Pero,  ¿qué es, lo que más le conviene a Pachakutic? ¿Votar por el candidato del conservadurismo tradicionalista, o votar por el candidato del fascismo bolivariano? Claro, también está la posibilidad de no apoyar a ningún candidato, por lo menos no oficialmente. Sin duda, un dilema difícil de prever. Sin embargo, Pachakutic, seguramente, considerará su futuro en la Asamblea. Entonces, ¿qué le es más propicio, Correa, o un presidente nuevo? Rafael Correa se ha mostrado como un político manipulador, maquiavélico, prepotente, y sin duda ese mismo estilo se mantendrá de ser reelegido; aunque, los otros candidatos no se caracterizan por ser modelos confiables y respetables, después de todo representan las mismas viejas tendencias solo que con marcas y denominaciones nuevas.

Está claro que, gane quien gane, Pachakutic, hará oposición al próximo gobierno. Entonces, debería darle lo mismo que gane Correa o gane el otro candidato. Pero, no necesariamente es así. No hay que olvidar que durante su Gobierno, Correa ha conseguido colocar en los niveles directivos de las otras funciones del Estado a personajes que le son incondicionales; esa realidad, seguramente no será soslayada por los líderes del movimiento indígena; es obvio que, si Correa vuelve a ganar, todas aquellas autoridades que se encuentran enquistadas en entes como Contraloría, Fiscalía y Cortes Judiciales, Consejo Electoral, Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, serán ratificadas, pero, si Correa pierde, todos aquellos funcionarios caerán como piezas de dominó, uno tras de otro.  Además hay otro asunto, el discurso de Correa es muy similar al de Pachakutic, pero, opuesto al de los candidatos conservadores; lo cual, en este caso, no significa que sea un punto de unión, más bien todo lo contrario; es mucho más fácil hacer oposición a un gobierno descaradamente conservador, que a un gobierno fascista pintado de socialista y guevarista.

Mas, una cosa está más que patente, al final, si se da un evento como el planteado, serán los intereses de grupo los que terminen imponiéndose, ¿a favor de qué lado?................ ¡quién lo sabe, quién lo sabe!....... El Pueblo que supuestamente elige, ciertamente no. 

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