A
propósito de la interrupción de la Feria “Jebús del Gran Poder”, espectáculo que
se desarrolla durante las fiestas de la ciudad de Quito, “distracción” en la
que por cierto se humilla, asaetea, pica, hiere, y masacra toros miura; miraba
por televisión, el otro día, a varios “amantes” de la denominada “Tauromaquia”
protestando, frente al coso de Iñaquito, contra la regulación municipal que,
permitiendo las tristemente célebres y españolas “corridas de toros”, negaban
el rito final de la tortura, es decir, la estocada final con la dizque sacrosanta
espada.
Obviamente
esta gente está en su derecho de expresarse públicamente dentro del marco de lo
legal; pero, algo que me pareció ridículo y sinsentido, fue uno de los gritos
con los cuales los “taurinos”, vociferaban lo que, ellos, consideran su
derecho, es decir, la prerrogativa de disfrutar de aquel salvaje y sanguinario
espectáculo. Al unísono un grupo no mayor de 10 sujetos gritaban: “¡Libertad!”
Francamente,
considero que la palabra “Libertad”, era y es, la menos indicada para defender
las españolas “corridas de toros”. De hecho considero que apelar a la
virtuosa “Libertad”, como argumento, en
el bochornoso caso específico, es un completo despropósito; pues, cuando estas
personas, usan el término “Libertad”, lo que están diciendo es que la
Tauromaquia o el espectáculo en el que un grupo de jiferos extranjeros y
nacionales, vestidos con trajes de luces, desjarretan y masacran un espantado toro
miura, mientras una multitud los vitorea aclama gozosamente, es un “Derecho
Universal”: el derecho a maltratar y torturar animales. Algo increíble, sin
duda.
Hace
días un concejal quiteño, representante del bando “taurino” señalaba que, el
problema no era, si se mataba o no al animal en el círculo del coso o en las
caballerizas, sino, un asunto de “Libertad”. Y entonces, me surge una duda, ¿qué
significa la “Libertad” para aquellos grupos que racionalizan actividades
unidas con la barbarie? Los propios “amantes” de la Tauromaquia reconocen que
sin duda “las corridas de toros” son espectáculos sangrientos y violentos,
entonces, ¿cómo, alguien en su sano juicio o afecto a la honestidad puede
atreverse a vincular la sevicia con la Libertad?
Razones
para renunciar a la Tauromaquia sobran, lamentablemente, intereses de orden
económico, prejuicios sociales, tradiciones arcaicas, apreciaciones dogmáticas
y otros complejos han hecho que aquella fiesta española, repudiada incluso en
sus propios orígenes, continúe generando polémica al otro lado del charco, en
la América Latina, en alguna que otra “Banana Republic”.
Considerando
la idiosincrasia del ecuatoriano y la condición humana, la polémica seguirá por
largo tiempo. Mas, quizá, en un futuro lejano, el milagro se dé, y finalmente,
los ecuatorianos, libre y voluntariamente, se reivindiquen renunciando a
fiestas importadas y tradiciones brutales, como las españolas “corridas de
toros”, tan vehementemente defendidas por los “taurinos” del siglo XXI. Quién
sabe, a lo mejor el milagro se dé; aunque, quién sabe.
Segun datos de de la policía nacional los actos de violencia durante las fiestas de QUITO han decrecido en un gran porcentaje.
ResponderEliminarLa principal causa?????
La no realizacion de las corrida de toros en este año!!!!!!
De algo sirvió la consulta popular. Ojalá sea el final de esa fiesta que mancha "la carita de Dios"