martes, 5 de marzo de 2013

En el Ecuador del siglo 21 no existe Prensa Liberal.





Hay cosas que la verdad son comprensibles pero incompresibles, ¿paradójico?, no necesariamente, explico por qué. En más de una oportunidad me he encontrado con gente que detesta furibundamente a Rafael Correa, presidente ecuatoriano. Pero, entonces, les he preguntado, por qué no expresas tu opinión, no a través de los monopólicos y mercantiles medios de comunicación conservadores, o socialistas que seguramente les negarán ese derecho, sino a través del internet, tampoco usando esas cloacas llamadas “foros democráticos” donde progres fascistas y curuchupas mercantilistas se insultan groseramente, sino recurriendo al blog, por ejemplo. La respuesta en algunos casos ha sido por el temor que esas personas dicen sentir ante las represalias que pudieran tener por parte de los sátrapas y corifeos del fascismo bolivariano.  Otros en cambio, muy sueltos de lengua me han dicho que no se pueden dar el lujo de perder el tiempo, aunque irónicamente viven quejándose de Correa, al que ven hasta en la sopa.

Es increíble, pero, la gente tiene miedo a ejercer sus derechos, en este caso a expresarse libremente y a decir lo que piensa, mientras otros zoquetes menosprecian torpemente ese derecho. Folclor ecuatoriano, ciertamente.
   
El otro día, divagando en mi mente, llegaba a la conclusión incuestionable que en el Ecuador del siglo 21 no existen medios corporativos liberales. Ciertamente existen medios socialistas como por ejemplo el canal del Estado, “Ecutv”, o los pasquines que se publican en las universidades estatales. Obviamente, están los medios privados fascistas-burocráticos y los conservadores-mercantilistas, que básicamente, representan la gran mayoría de negocios vinculados con la comunicación pública. Pero, ¿y los medios liberales? La verdad es que en el Ecuador del siglo 21 no existen medios liberales, y me atrevo a señalar que probablemente nunca existieron, salvo quizá el periódico de Eugenio Espejo, “Primicias de la Cultura de Quito”, aunque debo aclarar que dicha posibilidad está respaldada más por un romanticismo inocente que por evidencias concluyentes.

Todos, absolutamente todos, los periódicos corporativos, así como los canales de televisión de señal nacional, están directa o indirectamente vinculados con el conservadurismo mercantilista o con el fascismo corporativo; sea por apetitos económicos, por afectos e intereses religiosos, por cuestiones sociales, o por relaciones políticas. Ahora bien, hasta cierto punto, aquella realidad es comprensible, si consideramos que en su mayoría, los ecuatorianos profesan la religión católica, apostólica y romana.

La ausencia de medios liberales corporativos, confirma mi opinión respecto al hecho de que en el Ecuador del 2013, muy posiblemente, no deben existir más de 1000 liberales, ¡qué digo 1000!, probablemente ni siquiera 100 liberales. Sin embargo, el hecho de que no existan medios corporativos liberales, no significa que no exista, por lo menos un liberal que ejerza su derecho a expresarse tan libremente como las circunstancias tiránicas se lo permitan. Gracias a internet el individualismo moral ha conseguido librarse, principalmente,  de las censuras de los medios fascistas y del  monopolio de los negocios conservadores de la comunicación pública.

Pero, si bien es cierto que el internet permite que los pocos liberales que existen  en el Ecuador, en este caso los 2 o 3 que tienen la audacia de escribir en la red, usando un blog; no menos cierto es que su influencia en la sociedad es extremadamente restringida; por un lado, sufren la censura de los medios corporativos: ora socialistas públicos, ora fascistas del siglo 21, ora mercantilistas conservadores; que son los que finalmente imponen la dirección y contenido de la Opinión Pública. Son, definitivamente, los negocios de la comunicación con sus líneas editoriales sectarias, con sus intereses de grupo, los que finalmente imponen las informaciones absolutistas de hechos notoriamente subjetivos, cuando no descaradamente mentirosos.

El individuo a través de su página virtual, blog, o canal de video, solo puede satisfacer su necesidad individual de expresarse ante un auditorio generalmente vacío. Porque los medios conservadores, fascistas, socialistas y comunistas a su turno, ofrecen lo que las manadas quieren oír, ver y sentir, independientemente de que esa información sea basura o ese entretenimiento sea repugnantemente alienante; mientras que el hombre honesto comete la audacia de decir lo que piensa; indiferente a los apetitos de las recuas sectarias y manadas apáticas o turbulentas; aunque aquello le signifique prácticamente aullarle solitariamente a la Luna.

Soy sincero en afirmar que en el Ecuador no existió, ni existe un medio liberal. ¡Nunca! Sin embargo, si usted ecuatoriano que tuvo la gentileza u osadía de ingresar a mi blog o de ver este modesto video, considera que estoy equivocado, le ruego me diga que negocio corporativo actual vinculado con el entretenimiento de masas y la comunicación pública, puede aplicar a la categoría moral de “medio liberal”. Piénselo bien, tómese su tiempo, y responda con justicia y verdad, intentando imaginar que su reputación va en la aseveración que está a punto de expresar; pues si va a desvariar tachando de liberal a un conglomerado de negocios curuchupas, mejor sería que se abstuviese de expresar sentencia alguna, de manera que sea el silencio la prueba irrefutable de una realidad vergonzosa para un país, en el que no existe, no existió, y probablemente no existirá, un solo medio de prensa liberal.

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