sábado, 5 de enero de 2013

La "meritocracia" en el Ecuador del fascismo del siglo 21.



Una de las características más sórdidas, ridículas y pomposas del Gobierno de la Involución Ciudadana de Rafael Correa es, sin dudas, la utilización recurrente que los fascistas bolivarianos hacen de ciertas expresiones demagógicas, amaneradas, rebuscadas, patrioteras y rimbombantes con los cuales los corifeos y gamonales del fascismo del siglo 21 pretenden hacerse pasar por honestos e intelectuales; así por ejemplo, expresiones y frases como, “imaginario colectivo”, “revolución ciudadana”, “insumos jurídicos”, “el País ya es de todos”, “nunca olvidar”, etc., se han constituido en marca patentada de la mafia de Alianza País. En medio de estos clichés demagógicos aparece una palabra, que, por las connotaciones corrompidas y realidades funestas que se han desarrollado en torno a la misma, ocupa un sitial ciertamente deshonroso; esa expresión es “meritocracia”.

En el Gobierno de Rafael Correa con bombos y platillos fascistas se inauguró la “meritocracia” versión Alianza País, que no es sino una engañosa  reinvención del agua tibia; una forma tramposa, mentirosa, y beata de redefinir al sucio, asqueroso y corrupto tráfico de influencias politicastro. A través del fascista Consejo de Participación Ciudadano y Control Social, ente creado por la Constitución de Montecristi encargado de seleccionar a los principales funcionarios de algunos de los entes funcionales más importantes del Estado, se  consiguió crear una estructura burocrática totalitaria que actualmente le sirve al Gobierno de Correa para imponer a sus corifeos, sátrapas y cortesanos en aquellas instituciones públicas.

Con el cuento demagógico de que se iba a escoger a los mejores ecuatorianos, los sátrapas de Correa enquistados en el fascista Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, redactaron una serie de requisitos tramposos, ambiguos y taimados, a los que tacharon de  “méritos”, entre los cuales sobresalían descaradamente las denominadas “discriminaciones positivas”, por cierto otra expresión vernácula de la mafia de Alianza País.

Con la imposición de reglamentaciones arteras, falaces, turbias y sectarias, los fascistas bolivarianos, consolidaron la “meritocracia correana” y designaron para los diferentes cargos públicos a  personajes vinculados directamente con el  Gobierno de la Involución Ciudadana.

En medio de repugnantes discriminaciones positivas, engañosa experiencia en la inepta y corrupta burocracia pública, dilatada carrera burocrática gracias al vil tráfico de influencias politiqueras, supuesta experiencia académica en un sistema educativo mediocre y totalitario, y un sistema de valoración y selección descaradamente abyecto, se destrozaron garantías individuales, se violaron derechos humanos y se consolidó un sistema ruin, rapaz y absolutista.

Los seudo intelectuales del gobierno de la Involución Ciudadana, burócratas del nuevo orden, nos dicen que para ocupar determinados cargos públicos es menester tener título de cuarto nivel, y Yo les digo que en el Ecuador del siglo 21, obtener el título de cuarto nivel, es un asunto de comercio. En el Ecuador del fascismo del siglo 21 el título de cuarto nivel se compra y se vende, todo es cuestión de negociar. De ahí que no debería sorprendernos observar a verdaderos imbéciles ostentando el título de Ph.D., o especialistas en “todo y algo más”.

Lo grosero e inmoral es que, mientras al ecuatoriano común,  se le exige requisitos disparatados, a los serviles y alcahuetes del fascismo bolivariano se les exime de dichos requisitos, e incluso se les encubre sus falencias con tal de que tales personajes puedan desempeñar elevados cargos públicos, ahí tenemos por ejemplo el caso del falsificador Pedro Delgado, falsamente etiquetado de economista, ex gerente del Banco Central durante el Gobierno de la Involución Ciudadana; ah y por cierto, primo del camarada Rafael Camarada dizque impoluto líder del socialismo del siglo 21.

Días atrás en un medio de comunicación un asambleísta de la oposición denunció el caso de los títulos profesionales de los hermanos Alvarado, miembros del círculo cerrado del Gobierno de Alianza País. Hecho esclarecedor de la condición moral de aquellos personajes. (Ver video). Hay un adagio popular que dice, “mientras más curuchupas más pecadores”, este aforismo parece calzarle perfectamente a muchos de los corifeos del Gobierno de Rafael Correa. Mientras, con su “meritocracia correana” santurrona y corrupta, limitan, restringen, cohíben, impiden y obstaculizan de manera que las personas honradas no puedan participar en la vida pública, en cambio, cuando de dejar hacer y dejar pasar sus venialidades ridículas y groseras inmoralidades son extremadamente gentiles y livianos. ¡Qué irónico, eh, los falsificadores y comercializadores de títulos universitarios exigiendo a los demás títulos de cuarto nivel!

En alguna ocasión se me cruzó por la mente la posibilidad de presentarme a uno de los concursos organizados por la burocracia del Consejo de Control Social, pero enseguida desistí de la opción, por obvias razones, es decir, participar en un concurso donde todo, absolutamente todo está amañado, simplemente, no tiene sentido. A ver, en mi caso, la realidad es muy descriptiva, Yo tengo, mi título universitario, mi título profesional, que me costó 17 años en escuela, colegio y universidad, públicos (no privados ni religiosos como en el caso del fascista lasallano y alfarista); tengo mi cédula de ciudadanía ecuatoriana, nativo ibarreño; tengo mi modesta experiencia en al ámbito de la microempresa privada; y tengo la opinión favorable de un pequeño pero respetable grupo de personas que me conocen; esa hoja de vida profesional, mi currículum, que en una utópica sociedad racional y decente, o en un sistema político sensato, me permitiría acceder a un cargo público sin mayores complicaciones; pero, en el Ecuador del fascismo bolivariano del siglo 21, esa posibilidad, se vuelve imposible, gracias a la “meritocracia correana”.

Lo cierto es que en el Ecuador del fascismo bolivariano del siglo 21 los ecuatorianos somos iguales, aunque algunos ecuatorianos son más iguales que otros, parafraseando a Orwell. La realidad es que en el Gobierno de la Involución Ciudadana, sus incondicionales regordetes burgueses y pipones burócratas vociferan libertinamente en los bacanales itinerantes: “lo mío es mío y lo tuyo es mío”. La verdad es que con la “Revolución Ciudadana de los Patiño, Alvarado y Correa”, todo ha cambiado pero para que nada cambie. Porque en la dictadura constitucional del fascismo bolivariano los ciudadanos, los civiles, son la última rueda del coche, el último eslabón de la cadena. Porque la “meritocracia” en sistemas políticos corrompidos simplemente representa el triunfo de lo peor de una sociedad mediocre y estulta.

¡Y pensar que el camarada Correa y sus corifeos, aspiran a la reelección, mira que hay que ser sinvergüenzas! 


1 comentario:

  1. Exactamente lo que te comentaba antes...
    Hablas pero no dices nada.
    Compañero, yo emigre del Ecuador cuando tenia 5 años con toda mi familia, he vivido las penurias y las alegrias de ser emigrante...he sido educado en ciencias de la vida y poseo un master en negocios, he vivido y conocido varios sitios de europa, y eso no me hace ser un burgués, eso no me hace ser más o menos que nadie, pero eso me da conocimiento y me da capacidad crítica.

    Rafael Correa no jugaba con muñecas cuando era niño, y todo lo que ha logrado es por merito propio, en ambientes competitivos y exigentes, tu táctica de desprestigio no tiene lógica alguna

    Creo que tu crítica está vacía de contenido por que el objetivo de tu crítica (si es que tienes un objetivo claro) es completamente erróneo.

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